En la tira interpreta al histriónico asistente de Clemente (Juan Leyrado), personaje en el que mezcla “el tipo de barrio, el porteño, la utilización del idioma, y todo sin dejar de ser oriental”, según describió en una entrevista con la revista Pronto.
Kim pasó su infancia en el bajo Flores, se hizo de Boca, y de chico le gustaba jugar al fútbol en el barrio. Ahora, también, disfruta de tomar mate y de salir a pescar con amigos. Cada una de esas experiencias a lo largo de su vida, terminaron por hacerlo sentir argentino, aunque aún no logró tener la ciudadanía.
"Nunca estuve de novio con una mujer oriental. Son muy estructuradas", contó Kim.“En el barrio sonaba el cuarteto desde el viernes hasta el domingo. ¡Yo quería esa forma de vida! Nosotros los argentinos somos así: tenemos dos mangos y tiramos manteca al techo […] Nunca estuve de novio con una mujer oriental. Son muy estructuradas. Yo soy más argentino que el dulce de leche”, confesó.
Su carrera actoral comenzó casi sin proponérselo, cuando comenzó a hacer teatro con un grupo de amigos. “Nunca pensé que el teatro fuera para mí. Expresar las emociones no es para todos. Además yo vengo del arte marcial, lo practico desde los diez años”, relató.
Pero algo adentro suyo le decía que esa práctica no era para él, que no concordaba con sus rasgos más sensibles. “Hice muchos combates, soy cinturón negro aunque hace años que no entreno. […] Pero en un momento comencé a cuestionarme esto de aguantar el dolor. ¡A mí me dolía!”, expresó con total sinceridad.
Kim, además, contó una curiosidad del mundo oriental: el origen de su nombre, que significa hombre noble. “El nombre se compra y cuanto más pagues, mejor destino tenés. Cuando nací mis viejos no estaban muy bien económicamente, y cuando estuvieron mejor, fueron a ver a estos sabios y me pusieron Kion. Pero el que me va bien es Chang Sun. Ser hombre noble es lindo destino”.
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